Las vacaciones de Pablo y Ana
Era un día caluroso de junio y Juan, el padre de Pablo y Ana, pensaba mucho en qué iban a hacer en verano. Pasado un rato, llegaron Pablo y Ana del colegio y comieron. Después su padre les comentó el tema de las vacaciones y entonces los niños le propusieron al padre navegar en un crucero, a Juan le gustó tanto la idea que rápido cogió el ordenador para reservar dos habitaciones en el crucero Felicitá al cuadrado. Los niños se pusieron contentísimos de ver lo que iban a hacer en verano.Al cabo de unos días Juan recibió un e-mail en el que le decían que zarpaban en veinticinco días. ¡Le encantó! Ya que tanto él como los niños cogían las vacaciones en veinte días.
Pasaron las semanas y sólo faltaba un día para zarpar y tanto los niños como los padres tenían las maletas hechas, se fueron a la cama y los niños del nerviosismo no pegaron ojo.
Al día siguiente se despertaron y se fueron al puerto de Asturias, allí cogieron el crucero. Los días se pasaron volando, pero aun así fueron geniales. Cuando llegaron terminaron las vacaciones yendo a la playa y al campo. Al empezar el colegio los niños se lo contaron a sus amigos y profesores.
FIN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario